viernes, 27 de diciembre de 2013

Mi sumisión

Para aclarar las cosas... soy sumisa, lo tengo claro desde hace tiempo, y real, de esas que necesitan que dominen su mente antes que su cuerpo, que necesita guía y protección.

Me da pena ver como hoy en día la sumisión se degrada poco a poco, como una sumisa, por dos palabras en un chat, tres fotos en bolas, un encuentro en persona y un par de órdenes, están a los pies del primer tarambana que se les cruza, desvirtuando así a quienes sentimos la entrega (no sólo de nuestro cuerpo, sino tmb de nuestra alma) como algo profundo y sincero que debe ser ganado y alimentado día a día. Y lo que es peor! Ver pseudo doms diciendo que si no me pongo su collar y obedezco cada palabra no soy sumisa, que sólo quiero jugar a las casitas! En que clase de dimensión desconocida he despertado? Desde cuando el BDSM es juntadero de tanta culisuelta y de tanto pajillero?

Me siento vieja a mis treintas, porque hoy, si no tenes 20 y una cabeza vacía de contenidos, si no decís "si, Sr" al primer imbécil que te proclama suya, no vales como sumisa, sos rebelde, toppinera o una vainilla aburrida que leyó 50 sombras... me dan pena y bronca, los unos y los otros... pero persevero, que algún día alguien valorará lo que soy, lo que tengo para dar y el inmenso amor que entrego en mis relaciones.

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