viernes, 6 de febrero de 2015

BDSM

BDSM.
Todos conocemos, en líneas generales, de que trata este acrónimo (iniciales que se nombran como una palabra y que tienen un significado concreto y ampliamente reconocido), y es que entre sus letras se incluye una serie de prácticas que se realizan dentro de la sexualidad alternativa, pero debemos tener en claro que BDSM no es igual a sexo, pues sexualidad no sólo incluye a la penetración como base ni fundamento.
Empecemos entonces por definir sexualidad. Es el conjunto de características físicas, anatómicas, fisiológicas, psicológicas y afectivas que definen el comportamiento del ser humano que está ligado al placer y al goce, está intimamente condicionado por las experiencias de cada individuo y por su autoconocimiento.
El BDSM es, a posterior, una manera de vivir la sexualidad, más allá de las prácticas mediante las cuales se lo viva, más allá de los límites personales y superior a las personas que toman/adoptan toda la filosofía que hay detrás de esta forma de vivir la sexualidad. Si limitamos el BDSM a las prácticas que se llevan a cabo estaríamos limitando nuestro propio crecimiento personal y no pasaremos de ser meros juguetes del placer (propio o ajeno) por lo que quienes vivimos dentro de este mundo no nos sentimos encarcelados en prácticas, roles o culturas, sino que comprendemos que, como seres humanos, somos seres complejos que necesitamos , deseamos, sentimos, vivimos y aspiramos a mucho más que ello.
BDSM es placer, es disfrute y reconocimiento, es descubrimiento y saturación de sensaciones que nos invaden y nos liberan, es confianza, respeto y conocimiento del otro, es amor en sus múltiples formas. Hay todo un mundo debajo de lo visible por el normal de la sociedad que cada uno de nosotros llevamos dentro, es pasión en todos sus sentidos y por eso nos revive el alma cada vez que profundizamos un poco más en él.
Filosofía BDSM.
En este mundo subyacente a lo "mundanamente" visible del BDSM hay cosas que no podemos pasar por alto, por eso es que quiero hacer hincapié en todo lo que este mundo tiene oculto a la vista pública y es, precisamente por ello, por lo que escribo este artículo. Quienes vivimos el BDSM y lo tomamos como algo más que simples prácticas o juegos entendemos que nuestra manera de vivir la sexualidad no es (sólo) morbosa y desenfrenada, sino que se vive libremente dentro de una relación estable, de conocimiento, confianza, respeto y apoyo, estos son los 4 pilares básicos de cualquier vivencia BDSMera.

Conocimiento: Si recién entras al BDSM debes, e insisto, DEBES conocer este mundo antes de meterte a tontas y a locas a sesionar con alguien. Lee, infórmate, entiende, aprende y aprhende lo que significa el BDSM, las reglas por las que se rige, las prácticas con las que puedes encontrarte. Pero me animo a ir más allá... Conócete, entra en tu propio infierno interior y descubre lo que te motiva, que clase de persona eres (y no hablo sólo de tu rol, sino de aquello que genera cambios positivos en vos), que puedes brindar a quien te acompaña, cuales son tus deseos y no sólo donde enfocas tu placer, proyéctate y descúbrete a vos mismo, sin autoconocimiento es imposible la aceptación de quien sos y de que quieres, por lo que debes ser sincero con vos y reconocer tanto tus fortalezas como tus debilidades para saber marcar tus límites.
Y en el conocimiento entra lo más importante de todo. Conocer al otro, saberlo persona y aceptarlo como es, sin dudas, sin dobleces y con absoluta incondicionalidad, así debe ser tu apertura mental para con los demás, entendiendo que no todos piensan como vos mismo y que no por eso son más o menos BDSMeros, sino que cada quien acepta de si mismo lo que está dispuesto a enfrentar, por lo que debes ser de ayuda para el otro y no un estorbo. No condiciones tu conocimiento del otro a lo que a vos te gusta, a lo que comparten, sino que ocúpate de conocer todo de esa persona, está solamente en tus manos llegar a conocer a alguien, así que no te apresures, que antes de correr debes aprender a caminar... y si para ello debes empezar gateando que no te de vergüenza hacerlo, de menos hemos empezado muchos.

Confianza: Sinceridad ante todo, la confianza sólo se construye siendo 100 % transparentes con el otro, de otra manera sólo mostramos lo que deseamos que vean y no la realidad de nosotros. Genera y cultiva esa confianza, cuanto más confíe en vos, más confiarás vos misma en esa persona, es una hermosa experiencia acrecentar esa confianza positivamente, porque con el tiempo llegas a darte cuenta que el infinito es el límite para confiar, que no se alcanza un techo sino que aumenta cada día y a cada momento. Y vuelvo a ir más allá, no sólo confíes en el otro, sino en vos mismo y en tus capacidades y aptitudes para satisfacer plenamente a quien tienes al lado, al fin y al cabo te ha elegido por encima de miles y millones de personas en el mundo, sos más de lo que ves y aplicarte unos cuantos mimos de vez en cuando va a hacerte bien. De tu seguridad y sinceridad dependerá el nivel de confianza que tendrán uno en el otro.

Respeto: Respeta a todos, pero principalmente respetate a ti mismo. Sos único y especial, tu vida es única y por eso debes valorarte por encima de todo, acepta y negocia, pero entiende que si vos mismo no te impones límites nadie lo hará por vos. Como persona tu voz y pensamientos tienen valor, son imprescindibles para tu normal desenvolmimiento en una relación y por eso debes hacerte oir, si no defiendes tus valores, creencias, sentimientos e inquietudes nadie va a hacerlo en tu lugar. Respetate, y sólo a partir de ahí respeta al otro, entendiendo que es un ser tan único como vos mismo y que tiene tanto valor como vos, respeta y juntos van a crecer en un ambiente de armonía.
Apoyo: Y disposición! Crea para el futuro, invierte en tu relación el tiempo que necesites en ella, hasta sentirte seguro y completamente capaz de mostrarte sin dobleces y vivirlo sin caretas. Está siempre dispuesto a sentir, vivir y crecer a partir de lo que estás creando. Se el pilar y el sustento del otro, la persona que tienes a tu lado buscará primeramente tu incondicionalidad para su vida, por eso debes estas dispuesto a serlo más allá de vos mismo, sin intereses ocultos ni planes por debajo, sin esperar a cambio nada y por el simple placer de ser para el otro.

Estos cuatro pilares se logran con calma y paciencia, nadie conoce a alguien de un día para el otro y todo requiere de su justo tiempo y medida. Debes ser capaz de mostrarte al otro como vos mismo te conoces, sólo así se puede vivir un BDSM en un contexto de plenitud.