sábado, 13 de diciembre de 2014

Sumisión y entrega...

Primero quiero aclarar que esta es mi manera de vivir la sumisión, que es como yo veo una relación D/s y es como yo vivo mi entrega hacia mi Amo... Podrán compartirla o no...
Siempre me he sentido sumisa, es mi manera de amar y de brindarme a mi Amo, es la forma en que mi alma se siente libre y capaz de alcanzar su plenitud, pero soy de esas personas que necesitan ser dominadas desde el corazón, porque yo amo de esa forma, desde el centro de mis entrañas, sin condicionamientos ni dobleces, con este amor y esta entrega caudalosa, arrolladora, gigante, que a muchos apabulla, pero que ha encontrado quien rompe las represas que lo contienen y lo deja correr libre, ha encontrado a quien me libera de mis propias esclavitudes y me permite "ser". Mi entrega es un descubrimiento constante, estoy permanentemente descubriendo todo lo que oculté en el camino hasta aquí, y me descubro en mi misma y en El. Como todo ser humano he crecido, evolucionado y avanzado en mi camino, pero en ese caminar (y me doy cuenta ahora) he perdido de vista partes de mi misma, las he ocultado hasta de mis ojos, y estoy descubriéndome nuevamente, viéndome nueva, renovada, diferente, y mostrándome de igual manera.
Mi entrega es un regalo, un tesoro que valoro y que comparto con quien se gana cada día mi sumisión, con respeto, paciencia, esfuerzo y valores que me muestran que estoy segura en Sus manos, es este tesoro que se ve potenciado por la luz que genera quien me domina, porque brillo gracias a Su intensidad. Mi sumisión es mi disponibilidad a ser pulida por El, para obtener de mi el mayor brillo posible, es mi capacidad para ser moldeada a Su antojo, pero no por capricho, sino para mi propio bienestar, para sacar lo mejor de mi, para hacerme crecer y avanzar a su lado, para tomar mi mano cada vez que me arrodillo a sus pies. Y es con El con quien tengo la libertad de ser yo, con quien puedo arrodillarme y rendirme a su ser, siendo libre de volar atada a su alma, cada vez más encadenada a su corazón, y siendo parte de él... siempre, siempre sin perderme a mi misma, porque es Su deseo que sea yo, más parte de El, pero mas auténtica conmigo misma...
Finalmente poder conocer a quien me permita todo esto, a quien me permita sentirme libre en todos los aspectos y atada a su merced, se gane mi sumisión cada día, con cada palabra, con cada caricia, con cada sentimiento que me expresa y también con todo el amor que me deja sentir, sin cohartarme, sin cortar mis alas, sino permitiéndome desplegarlas en todo su esplendor y envolviéndome en si mismo, para cuidar y proteger mi vuelo... Eso es lo más complicado

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