viernes, 15 de abril de 2016

El fondo del saco...

Hay un dicho en mi país que reza "No eches nada en saco roto". Hace un par de días escuché esta frase venida de un amigo vainilla, mi mejor amigo, cuando me vió después de un tiempo de no vernos. Esta frase me hizo pensar, pensar acerca de la entrega, de la sumisión y de la actitud que tomamos las sumisas frente a un Dominante.

Vi en mi mente la entrega como pequeñas burbujas de cristal, una por mis sueños, otra por mi deseos, otra por mi dicha, otra por mi amor, otra por mi cuerpo y así... mi entrega son muchas, pero muchas burbujas de cristal, tan hermosas como frágiles, tan etéreas como llenas de vida. Cuando una sumisa comienza a entregar de si misma a quien ella cree que puede Dominarla, va volcando cada una de esas burbujas (o al menos las que quiera entregar) en el saco (bolsa) del Dominante.
Dependerá del Dom en que condiciones esté su saco, si se ha tomado el tiempo de remendarlo, de cuidarlo y mantenerlo en perfectas condiciones, las burbujas que su sumisa le entrega permanecerán en el saco, él las tomará y hará de ellas burbujas más grandes, mas relucientes y mas perfectas. Pero si su saco está descuidado, si no se ha tomado el tiempo de repararlo, de curar cada rotura que tiene, esas burbujas se perderán, no podrá tomarlas pues se le van a escapar de sus propias manos.
Cuando una sumisa nota que su entrega ha salido del saco, que yace en el piso, que no pueden ser contenidas por el saco de quien es Dominante, ella va a ponerse de rodillas a juntarlas nuevamente. Éste acto confunde muchas veces al Dom, pues cree que la sumisa se postra ante él, sin ver que ella sólo está recogiendo su entrega, sus sueños, anhelos, amor, etc... Ella se toma su tiempo, las levanta una por una, sabiendo lo frágiles que son, las examina, las limpia y estudia cada una de sus rayaduras, cada frágil resquebrajamiento que hay en la superficie de ellas por culpa del duro suelo al que han ido a parar... El desconcierto sobreviene cuando ella se levanta, una vez hubo juntado cada burbuja que se perdió... Ella se levanta fuerte, íntegra y completa, aprendiendo de su experiencia y con la convicción de que nunca va a volver a echar su entrega en un saco con esas características. El Dominante, por su parte, no comprende por qué de golpe y porrazo la sumisa está de pie! Acaso no estaba recién arrodillada ante él? Y cuando quiere mirar nuevamente a la sumisa, ésta ya se fue, llevándose con ella cada burbuja que dió en saco roto.

He vivido esta experiencia un par de veces, he juntado con esmero cada burbuja que he dado, las he limpiado y curado cada fisura que había en ellas, para levantarme y poder seguir mi camino, nuevamente con tanto para dar y mirando tanto saco roto en el recorrido. Siempre segura que no iba a cometer el error de echarlo en el mismo saco, o en uno de similares características, pero siempre han sido sacos nuevos, diferentes, con roturas ocultas y bien disimuladas... En este momento de mi vida estoy estudiando que tantas burbujas se caerán del saco de quien actualmente desea Dominarme, que tan roto está Su saco, para tomar la decisión de arrodillarme, juntar todo e irme, o ayudarlo a remendar esas heridas... Estoy esperando, pacientemente, a que tome por El mismo la aguja en mano y me muestre que está dispuesto a no dejar escapar una sola de esas burbujas... Esperando, para poder levantar las que han caído y volverlas a echar o no en el saco ya reparado...





Saludos y gracias por leer mis locuras!

dharma

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