jueves, 27 de noviembre de 2014

Dar es dar

Cuando hablamos de sumisión hay algo que casi damos por hecho, esa palabra que tanto honor y orgullo nos genera pero que a la vez no terminamos de comprender. La entrega... Por simple definición entrega es lo que uno tiene para dar, "es la dedicación de tiempo y esfuerzo hacia algo o alguien"... Pero, ¿qué es la entrega para quién vive el BDSM?
Es un regalo, pero no un regalo dado a cualquiera, sino a aquella persona que se lo ha ganado, con tiempo, esfuerzo, amor y constancia, con respeto y valores que nos demuestran que estamos en las manos correctas. Es un tesoro, pero que no sirve si está enterrado, sino que sólo sirve si es sacado a la luz y pulido para hacerlo brillar intensamente.

En mi poca experiencia la entrega es mi manera de amar a alguien, es permitir que ESA persona se adueñe de cada rincón de mi alma, que solo El sostenga mi corazón, sabiendo que va a cuidarlo como el mayor tesoro. Pero eso es mi caso, soy de esas sumisas que involucran todo, sus sensaciones y sentimientos, en una relación. Ahora bien, no todas las personas tienen la misma necesidad de entrega, es por eso que me gustaría clasificarla de algún modo.

Como yo lo veo, y esto es algo que estamos todos invitados a debatir, la entrega es de ambas partes, cada una en su propio rol, pero aunque sea mínima existe una paridad en ella. Así la primera forma de clasificarla es en entrega de sensaciones (o entrega física), entrega de sentimientos y entrega mental (o total, que abarca las dos anteriores).

- Entrega de sensaciones: se reduce a un momento o una práctica en particular, a una sesión o serie de sesiones, pero que sólo involucran el cuerpo durante el tiempo que dura esta práctica. Hay muchos BDSMeros que sólo disponen de tiempos acotados para satisfacer(se) de lo que tanto nos apasiona y ese tiempo se limita a ciertos momentos en que pueden perderse en el cuerpo del otro. No quiero hacer hincapié en las prácticas con las que logramos esta entrega, pues son muchas y muy variadas (bondage, castigos, humillacion, etc)
- Entrega de sentimientos: esta entrega se da cuando se involucra el corazón en la relación que establecemos con otra persona, no se reduce al tiempo que dura la sesión, sino que es algo casi permantente por los sentimientos atados a este tipo de conexión entre ambos, aquí se involucra el amor en sus más variadas formas y la presencia del otro no es solamente física.
- Entrega mental: es la unión de la dos anteriores, donde quedamos completamente expuestos y vulnerables ante el otro, pues incluye la entrega física, la entrega del corazón y también de la mente. Es, a mi entender la más difícil de lograr, pues el cuerpo se da cuando hay química y complicidad entre las dos personas, el corazón se brinda cuando conocemos al otro y lo amamos por quien es él, pero la mente no es tan sencilla de regalar, la razón es simple, la mente va a sus anchas, no nos pertenece, sino que tiene vida propia y sólo ella decide si desea o no pertenecer a una persona. A esta entrega hay que "robarla" poco a poco, día a día, el otro (como Dominante) no puede poseerla, pues para tenerla debe pertenecerle a él más que a mi misma, entonces debe conquistarla, debe endulzarla para mantenerla feliz, adicta a Él, sólo así la mente de Su sumisa va a pertenecerle.

Y he aquí otra clasificación que seguramente va a ser debatida: ¿quién se entrega en mayor medida? Se que muchos van a apalearme cuando me lean, pero a mi entender quien se entrega sin condiciones desde el principio es el Dominante, no así el sumiso. Ahora paso a explicar el por qué de este pensamiento.
Cuando una relación comienza, cuando empiezan a conocerse y a entenderse, cuando logras esa conexión particular que hace que tus fichas de dominó caigan una detrás de la otra, en ese momento que entrega hay del sumiso? La entrega es casi nula, sólo le da al Dominante la oportunidad de conocerlo/la, la posibilidad de ganarse su sumisión, y por ende su entrega, pero, ¿no es acaso la entrega del Dom, en este punto, infinita? Porque pone todo su esfuerzo, todo su tiempo y trabajo en ganar la entrega del sumiso. ¿No debe acaso el hacerla avanzar, sentir, confiar, crecer, etc? Entonces, si el tiene la paciencia, la perseverancia, la confianza y el respeto por su sumisa para esperar por su entrega, para guiarla y así alcanzar el sumun del dar, para hacerla crecer y sentirlo a El en cada parte de su ser... entonces, ¿quién entrega más?



Saludos a todos y gracias por leerme,

dharma

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