sábado, 18 de octubre de 2014

Imanes...

Debo descargarme de lo siguiente: tengo un imán para las personas con algún trastoque psicológico, ya sea dentro del mundo BDSMero o fuera de el... Las personas con algún problemilla ven en mi alguien abierto a comprenderlos, a apoyarlos y hasta ayudarlos en su transitar diario! No lo crompendo, pero acepto que siempre ha sido así en mi vida. Lo peor de todo es que los hombres en general se me acercan cuando necesitan un hombro donde desahogar sus penas, una mujer fuerte y segura que pueda aconsejarlas (aunque no me considero capaz de hacer tal cosa) con lo que les sucede. Esto en el ambiente vainilla.

En el BDSM ese imán va a peor, los que se me acercan irremediablemente son los sumisos!!! O los pseudos, los que tienen una fantasía pre-moldeada y que debe ser cumplida a como de lugar, no importa si esa persona es sumisa, Dómina, SwItCh o lo que sea, hasta con una vainilla vestida de cuero se conforman. Entonces se acercan (pensando, erróneamente, que soy Dom) y me piden que los domine, que los someta de una manera determinada, con todo controlado por ellos y su fantasía a realizar... Y entonces me detengo y pienso: "¿Qué clase de sumisos son estos muchachos? ¿desde cuándo un sumiso exige que todo sea de acuerdo a lo previamente imaginado por él? ¿cómo pueden disfrutar de una entrega real si no son capaces de ponerse en manos de una mujer para que los domine a SU placer, no al del sumiso?" Y sigo pensando... ¿es acaso un mal que aqueja a los sumisos? ¿o es un denominador común de la sumisión?, o lo que a mi más me cierra: ¿es ésta actitud inherente al género masculino, ya sea sumiso o Dom? y finalmente lo mas probable, por estadísticas, realidades, experiencias y demás ¿es acaso algo normal entre los pseudos? Y ahí grité "Bingo!". Ésta actirud de imponer condiciones, ya sea a sumisas del ambiente o a Dóminas, es moneda corriente entre los pseudos, ésta es su forma de jugar la partida sin sentirse culpables cuando algo fracasa (pues las riendas de la sesión las lleva el otro) y peor aún, enorgulleciéndose cuando todo sale a pedir de boca, después de todo, la Dom/sumi hizo exacto lo que el decía, y este bicho raro estaba convencido que todo iba a ser perfecto para ambos, siempre que no se descuidara en nada su fantasía.

El tema es el siguiente: los sumisos me persiguen, me cuentan sus fantasías y me piden que se las cumpla! Aún cuando saben que soy sumisa, que no soy la persona apropiada para dominarlos, sino que deben continuar con su búsqueda. Ok, me hacen perder el tiempo, chicos! y pierden el suyo, pues no me van a "transformar", así que olvídenlo! Es al vicio, muchachos!!!

Soy SUMISA! lo aclaro nuevamente porque al parecer todas las veces que lo he dicho no han sido suficientes.

Desde acá, en este rincón amante de la sumisión, el masoquismo, el servicio y el hedonismo, me despido de uds, mis queridos y locos lectores.

Hasta la próxima,

dharma

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